martes, 5 de mayo de 2015

Entrada semanal.

Hola, esta semana voy a hacer una entrada diferente y a la vez especial. Esta semana voy a hablaros de algo que aunque parezca una tontería llevo conmigo siempre presente, en mi corazón. Mi equipo.


SEVILLA FC.

Dicen que los sevillistas al ser de este equipo sienten algo especial y ya no estoy hablando sólo de fútbol. Además de ser una pasión y una motivación, es un sentimiento que sin duda alguna comparto con todos ellos. Me encanta pertenecer a los colores rojiblancos y ser una más de la enorme afición que presenta. No se trata sólo de ver cada partido ni de ir a su estadio, el Ramón Sánchez Pizjuán, se trata de sentirlo, de ponerte nerviosa en los últimos minutos de partido cuando consiguen alcanzar la victoria. Llevo formando parte de esta afición desde que era pequeña, desde que tenía aproximadamente 9 años, por decisión propia. Es un orgullo llorar de emoción sintiendo estos colores en todas y cada una de sus finales. Este año conseguí ir a su estadio con toda mi familia y ha sido uno de los mejores días de mi vida. Por más que quiero no logro describir con palabras lo que sentí al escuchar y ver a aquellas miles de personas cantando su precioso himno con las bufandas y banderas alzadas. Este equipo me ha dado mucho, muchísimo. En muchos momentos en los que necesitaba un empujón o ánimo, por lo que fuera, me lo daba, simplemente viéndolos jugar y viendo como se quedan la piel en el campo, ganen o pierdan. 
El Sevilla es un sentimiento, que se siente o no se siente. Yo sin duda lo siento como la que más.
Aquí os dejo su himno, uno de los más bonitos que existen en los equipos españoles:


Desde aquí mencionar a su gran Ángel, Antonio Puerta, que murió en 2007 mientras jugaba un partido con el Sevilla FC.

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